Las personas con trastorno del espectro autista (TEA) presentan dificultades en la reciprocidad socio-emocional.
Tienen una manera diferente de relacionarse y comprender las relaciones sociales, por lo que a menudo responder ante ellas les supone una gran dificultad.
Esto no significa que carezcan de emociones o sentimientos, simplemente ellos las entienden y expresan de otra manera. Tienen enormes fortalezas (bondad, cariño, son apasionados, se fijan en los detalles, son totalmente sinceros, etc.), pero a la vez presentan dificultades en la comprensión y expresión del lenguaje y en las habilidades sociales lo que se ve reflejado en una inadecuada gestión o expresión de estas y como consecuencia aparecen conductas socialmente inadecuadas. Les cuesta reconocer sus propias emociones y controlarlas y también las de los demás.
Por supuesto, esto es algo que se puede trabajar y mejorar, al igual que infinitos aspectos más como pueden ser la lectura, la escritura, la psicomotricidad o aspectos de vida independiente. Dada la dificultad que presentan para las relaciones socio-emocionales, es muy importante trabajar con ellos la inteligencia emocional y social.
¿Cómo trabajar educación emocional con personas con TEA?
- Los grupos de trabajo deben ser lo más reducidos posible de 3 a 5 personas máximo, siendo lo ideal ratio 1a 1 como trabajamos en JEI, para poder centrarse en las necesidades específicas de cada uno y que el ambiente sea lo más pautado y tranquilo posible.
- Necesitan tener bien estructurada cada sesión y el tiempo para saber que harán en cada momento y durante cuánto tiempo. Tener una estructura y ser conscientes del tiempo les da calma ya que pueden presentar dificultades en este aspecto. En JEI utilizamos horarios visuales para marcar la rutina del día y Time-Timers (relojes visuales) para controlar los tiempos.
- Las sesiones deben ser amenas e interactivas. Para mantener la atención durante toda la sesión se deben hacer diferentes juegos y actividades de corta duración, siempre adaptados al nivel de comprensión, capacidad y edad y utilizar elementos o personajes de su interés para fomentar la participación y motivación.
- Los contenidos deben ser claros y muy visuales ya que la información verbal les resulta difícil de asimilar. Trabajar de manera visual con: plafones, secuencias visuales o pictogramas, incluso con ayudas gestuales les va muy bien. Se pueden añadir tantos pasos, conceptos o imágenes como sean necesarios.
- Es importante promover la participación de todos los miembros del grupo, así como la interacción entre ellos, tanto dentro del grupo como miembros de otros grupos. Desde JEI promovemos la interacción tanto con los educadores como con otros miembros del personal del centro y también entre ellos.
- También se deben establecer turnos, lo que nos permite trabajar los tiempos de espera y el respeto. Cada uno tenemos nuestro ritmo de trabajo que debe ser respetado, pero también debemos aprender a respetar el de los demás.
- De igual manera, los tiempos de autorregulación deben ser respetados ya que son muy importantes precisamente porque a través de ellos pueden regular, canalizar y gestionar la ansiedad. También debemos facilitarles técnicas y estrategias o incluso ayudarles a encontrar instrumentos que les sirvan para autorregularse.
Vivimos en un mundo social, por lo que las personas con TEA se enfrentan continuamente en su día a día a situaciones que suponen un reto para ellas. Por eso, desde JEI trabajamos cada día para poder mejorar en el gran mundo de las emociones y mucho más y para que, a pesar de la dificultad, este es un aspecto que se puede trabajar y mejorar y así lo demuestran ellos cada día. Con estrategias y gran esfuerzo pueden llegar a disfrutar de las relaciones sociales desde su punto de vista y su forma de comprender el mundo. Por todo esto, es muy importante que nos pongamos en el lugar de las personas con TEA para poder comprenderlas.
Patrícia Barbón
Educadora de JEI